La cirugía plástica es una especialidad eminentemente cosmética pero no deja de ser una cirugía con las mismas pautas pre y postoperatorias de cualquier otra especialidad quirúrgica.
El tema de vendajes postoperatorios es importante en nuestra especialidad y en mayor medida, todos los profesionales de este sector, solemos utilizarlos.
Función y colocación del vendaje
La función del vendaje es doble: mantener inmovilizada la zona operada y aportar un cierto grado de presión sobre la zona para evitar la formación de seromas o hematomas.
Lo habitual es colocar el vendaje inmediatamente finalizada la cirugía para que ejerza su efecto la más pronto posible.
Habitualmente el vendaje, y dependiendo de la zona intervenida, se mantendrá en su posición por un espacio de tiempo entre 24 h y 3-5 días. Es frecuente el hecho de que tras su retirada para realizar una primera inspección y cura de las heridas, pueda volver a optarse por recolocarlo unos días más. En estos casos, el segundo vendaje suele ser más liviano.
Tipos de vendajes
Normalmente son vendajes moderadamente apretados y muchas veces circulares (por ejemplo, en pecho), lo que provoca sensación de presión, molestia, ahogo que puede no ser bien tolerada por los pacientes.
Suelen utilizarse vendas elásticas en la mayoría de las ocasiones, pero otras en cambio interesa usar vendas mas rígidas y por tanto más incómodas. También pueden ser vendas de algodón, de hilo o de materiales adhesivos. No deben aplicarse directamente sobre la piel, sino que las heridas suelen ir protegidas con gasas, compresas, tules o apósitos, y los vendajes encima de ellos.
En ocasiones van acompañados de drenajes; sistemas de aspiración por vacío de los líquidos que puedan formarse en el interior de las heridas realizadas con la cirugía. Se componen de un tubo que recoge los líquidos desde el interior de la herida y una botella donde ser ejerce el vacío y se recogen los líquidos.
Posibles inconvenientes
Los drenajes son difíciles de manejar con el paciente en domicilio, por lo que suelen ser retirados al alta hospitalaria, pero en casos de prescripción médica pueden ser mantenidos durante días.
Otro aspecto importante de los vendajes es que no permiten una ducha completa de la paciente hasta que son retirados. La humedad en un vendaje mojado resultaría contraproducente por maceración de las heridas.
El control del vendaje por parte del paciente y del médico también es importante. Un vendaje manchado de sangre puede estar diciendo que en la herida se ha producido una hemorragia. Un vendaje cómodo y limpio siempre hablará en favor de una buena evolución. Un vendaje medio despegado, desajustado, no estará funcionando de la forma esperada.
Dejar las heridas tapadas por los vendajes mucho más allá de 3-4 días tampoco es una buena recomendación porque a fin de cuentas no vemos lo que está pasando en ellas. Es más correcto retirar el vendaje y limpiar las heridas y volver a poner el mismo vendaje, que dejarlo por un periodo de tiempo muy prolongado.
En algunos tipos de cirugía como la liposucción, además de los vendajes solemos utilizar fajas de compresión. Son tejidos especiales de compresión fuerte, que mantienen la piel bien adherida y colapsan los espacios muertos subcutáneos para que no se formen edemas y seromas. Lo mismo ocurre con los sujetadores especiales para después de las mamoplatias. Solemos mantenerlos de 4 a 6 semanas.
En los casos de heridas de larga evolución, los vendajes y los apósitos serán la barrera que nos permitirá mantener las heridas bien aisladas de la contaminación ambiental y de la entrada de posibles gérmenes patógenos. De aquí la necesidad de corregir el popular dicho de que a las heridas es conveniente que les de el aire para sanar.
Dr. José Salvador
Cirugía Plástica y Estética
Clínica Biyô
Quirónsalud Alicante-Torrevieja
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