Para rellenar el labio se pueden utilizar productos como la grasa o el ácido hialurónico, pero, realmente, en el labio, el producto que más suele usarse en las consultas, es el ácido hialurónico.
La armonía del labio es un factor estético que hay que tener presente antes de realizar una infiltración. Debe conservarse la ligera preponderancia del labio superior sobre el inferior, el mayor volumen de la zona central y el dibujo del arco de cupido.
El relleno del perfil labial mejora la proyección del labio y para ello se usan hialurónicos de baja densidad. Otra zona que puede infiltrarse es el filtrum y el arco de cupido del labio. Si buscamos un aumento del volumen y proyección del bermellón es posible inyectar en el músculo o en la submucosa, aunque en el músculo existe el peligro de provocar granulomas.
Después de la infiltración se produce un discreto efecto de inflamación que durará unas horas, pudiendo retomar las actividades de la vida diaria inmediatamente.
La duración de los efectos suele ser de alrededor de un año, aunque depende de la densidad del hialurónico utilizado.
En nuestra consulta solo usamos productos reabsorbibles y de primera calidad. Evitamos el uso de productos permanentes ya que los cambios que provoquen en el labio pueden variar con los años y distorsionar la anatomía normal. Los rellenos con silicona están totalmente prohibidos y provocan granulomas y procesos inflamatorios que muchas veces son imposibles de resolver.
Clínica Biyô, Dr. José Salvador
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