Quizás notes que después del verano tu piel se encuentra más reseca y tirante. Es en ese momento cuando te ves decidida a eliminar manchas en la cara, y todas aquellas imperfecciones que empañan la luminosidad y el envejecimiento.
El tratamiento de Luz Pulsada va dedicado especialmente a combatir este objetivo directo. A través de su luz de banda ancha, se consigue blanquear la piel a través de la destrucción de la melanina del cromóforo diana.
Sin embargo, las ventajas de esta técnica de rejuvenecimiento no se quedan únicamente en este apartado. La luz pulsada (IPL) favorece la formación de colágeno en las capas internas de la piel, con el fin de restaurar la luminosidad y la uniformidad de la tez.
De esta forma, es un tratamiento especialmente indicado para personas que buscan recuperar un semblante alegre y juvenil, con la seguridad de conseguir un resultado totalmente óptimo. Así mismo, también facilita la curación de cicatrices queloideas y la posibilidad de eliminar manchas en la cara.
Normalmente no son necesarias más de 3-4 sesiones para conseguir una piel más tersa y luminosa, apreciándose los cambios desde el primer día. Por ello, aunque muchos crean que es un tratamiento con efecto comparable al de cualquier crema o mascarilla rejuvenecedora, es importante tener en cuenta que la luz pulsada se caracteriza por una efectividad máxima y una durabilidad en el tratamiento adecuada.
Y es que la luz pulsada supone una ventaja frente a las técnicas de rejuvenecimiento quirúrgico, que suponen un aumento de los efectos secundarios y periodo de adaptación a la vida laboral y social en el caso del paciente.
Si está interesado en conseguir un aspecto más luminoso y eliminar manchas en la cara que se hayan formado por la acción de la luz del sol u otros agentes. No dude en consultarnos cualquier información sin compromiso, sobre el tratamiento de luz pulsada. Estamos encantados de ayudarle.