Conseguir un vientre plano no es impensable y si no te lo crees, presta atención al siguiente artículo.
Los embarazos, los continuos cambios de peso y hasta incluso la propia edad pueden producir cambios en el abdomen que conlleven a una pérdida de su normal morfología, sobre todo en el sentido de acumular grasa, aumentar la flaccidez y provocar una distensión abdominal.
Cómo conseguir un vientre plano
Para tratar estos problemas disponemos de varias alternativas médicas:
- dieta y ejercicio físico
- aparatología médica: ultracavitación, intralipoterapia, mesoterapia, criolipólisis, etc.
- Cirugía abdominal o dermolipectomía abdominal
Con la dieta podremos disminuir el aporte graso de nuestra alimentación para tratar de ir reduciendo el panículo adiposo del abdomen.
El ejercicio físico acelerará esta pérdida de grasa y además ayudará a tensar o fortalecer la musculatura abdominal (los músculos rectos abdominales) responsable de la distensión.
El inconveniente es que este camino lleva un gran esfuerzo por parte de la paciente y una gran fuerza de voluntad, que en ocasiones ya ha sido vencida por múltiples intentos sin éxito.
Con la aparatología médica tipo intralipoterapia con aqualix más ultracavitación podemos ser capaces de reducir depósitos grasos abdominales moderados, sobre todo de grasa blanda.
Aunque es una indicación en pacientes más o menos jóvenes, no da buenos resultados en pacientes mayores, postmenopausicas y con grandes acúmulos grasos abdominales o con debilitamiento de la musculatura extremo, que son más candidatas a corrección quirúrgica.
La abdominoplastia o lipoabdominoplastia combina una cirugía de liposucción de las zonas con depósitos grasos abdominales.
Así se consigue una reparación de los músculos rectos abdominales mediante una sutura en su línea media a modo de plicatura que entalla la cintura y tensa la pared muscular, un estiramiento cutáneo con resección del faldón graso y cutáneo de piel sobrante y una transposición umbilical a su nuevo emplazamiento.
Conlleva una cicatriz a nivel del pubis de cierta longitud, pero que siempre debe ir cubierta por la ropa interior y por las prendas de baño.
Normalmente se realiza bajo anestesia general, requiere 24 h. de ingreso hospitalario y una recuperación en torno a los 12-14 días.
El resultado que se conseguirá será un vientre plano, con una musculatura firme y tensa, una piel estirada y una disminución del panículo adiposo para garantizar un adelgazamiento del abdomen.
Como puedes comprobar, conseguir un vientre plano no es algo imposible. ¿También te apuntas?
By Dr. José Salvador
Biyô, Clínica de Cirugía Plástica y Estética