Las causas de flacidez corporal son muchas y variadas.
La edad, el sexo, la dieta, etc. son algunos de los factores principales que pueden intervenir en el estado de nuestra piel y tejidos, para brindarle una mayor o menor tensión.
Aunque parezca increíble, una alimentación pobre en proteínas o un exceso de distención abdominal por sobrepeso, son dos causas de flacidez corporal que aparecen en gran medida entre la población sedentaria.
No obstante, la presencia de un embarazo múltiple y el posterior adelgazamiento masivo con cambios de dieta bruscos y no saludables, contribuye seriamente a provocar un descenso en la síntesis de colágeno y las proteínas asociadas, que conforman la malla de la piel y su tensión característica.
Mantener un estado de hidratación óptimo es el primer paso, para que los tejidos contengan la concentración suficiente de agua, disminuyendo la prevalencia de aparición de arrugas o pliegues.
El exceso de sol o el consumo de tabaco también afectan de forma negativa en la generación de colágeno y elastina de la piel. De esta forma, el tejido adquiere una tonalidad mucho más oscura y reseca, que conduce al envejecimiento y la oxidación celular.
Así mismo, aunque las causas de flacidez corporal son variadas, también lo son los tratamientos para hacerle frente. La radiofrecuencia, la presoterapia, drenajes linfáticos… todos ellos van dirigidos a mejorar el estado de tu piel y disminuir el impacto de las causas de la flacidez corporal.
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