En las cirugías con grandes despegamientos cutáneos existen riesgos de necrosis cutáneas y de seromas -acumulaciones de líquido entre la piel y la pared abdominal-, una cicatrización anómala, apariencia antiestética del ombligo y un cambio en la sensibilidad de la piel que podría llegar a persistir de manera permanente.
La tendencia es a evitar cada vez más estos grandes despegamientos y a usar con más frecuencia la liposucción como complemento.
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