Después de la intervención suele haber dolor en la zona intervenida y limitación funcional para mover el brazo de ese lado. En unos 10-12 días la sintomatología mejora y las pacientes al cabo de 2-3 semanas son capaces de realizar las tareas cotidianas de la vida.
Respecto al ejercicio físico o esfuerzo muscular hay que señalar que puede requerir un periodo de tiempo más largo o incluso quedar un pequeño déficit de fuerza muscular en la zona para practicar deportes como la escalada, esquí de fondo, natación, etc.