Podríamos decir que el Dr. Salvador fue médico por vocación. Desde los 5 años no paraba de repetir que él quería ser cirujano. En su familia nunca hubo un antecesor médico, pero a él le encandilaba todo lo relacionado con la medicina y la cirugía.

Con estos buenos fundamentos y un duro trabajo, no fue difícil conseguir la meta soñada y en 1988 se licenció en la Universidad Literaria de Valencia.

En aquella época la salida profesional más directa era aprobar el examen MIR, una oposición a nivel nacional para poder optar a formarse en una especialidad.

Fue así como el Dr. Salvador, no sin algunas dudas razonables, acabó en el Hospital General de Alicante para formarse como médico especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética en los 5 años que requería la especialidad.

Fueron estos sus primeros años en contacto con la cirugía que él había soñado tanto. En su trabajo no existían horas, ni noches, ni demasiadas guardias. El afán por aprender y practicar eran lo que hacía que su mundo se moviese, eso sí a gran velocidad.

Aquí descubrió la reconstrucción, el tratamiento del paciente quemado, la cirugía de las malformaciones congénitas y en su rotatorio en el Hospital General Yagüe de Burgos, con el Dr. César Pérez Casado, la microcirugía y los reimplantes de miembros, que acabaron por enamorar al doctor con esta especialidad tan bonita y diversa.

En un relámpago llegó el final de la formación MIR, los días de duro trabajo junto a compañeros de la propia especialidad y del resto de médicos hospitalarios y tomó la decisión de continuar su formación en Cirugía Estética junto a uno de los grandes, el maestro Antonio Tapia.

Fue este un bautismo en toda regla, donde seguir aprendiendo volvía a ser el único acicate durante los días, semanas y meses en que pudo compartir las enseñanzas del doctor en la Clínica Sant Honorat de Barcelona. Siempre se había tenido la sensación que la especialidad no estaba completa sin la cirugía estética y aprender de los grandes fue lo que cambiaría la forma de trabajar del Dr. Salvador para el resto de su vida.

La juventud y las ganas de trabajar fueron claves para que tras esta etapa en Barcelona, se produjese la vuelta a Alicante, con el ánimo de regresar al Hospital General como médico especialista y poder desarrollar todo el conocimiento adquirido hasta entonces. En esas fechas se compatibilizaba la medicina pública con la privada, realizando jornadas de sol a sol y dedicando muy poco tiempo a la familia.

Todo este enorme afán de trabajo llevó al doctor a tomar contacto con la Universidad y plantearse la realización de su tesis doctoral, que en Junio de 1997 leyó en la Universidad de Alicante, adquiriendo la calificación de Cum Laudem. Desde entonces quedó ligado a la universidad como profesor adjunto del departamento de Anatomía Humana, donde ha venido dando clases a más de 20 generaciones de médicos, fisioterapeutas, podólogos y terapeutas ocupacionales. Ha dirigido tesis doctorales, trabajos de investigación y realizado cursos de postgrado en disección anatómica a nivel nacional e internacional.

Salidas al extranjero para aprender nuevas técnicas en cirugía de reconstrucción mamaria, permitieron al doctor y su familia conocer una ciudad de belleza incuestionable como es Gante, pero lo mejor de ella, la reconstrucción mamaria más puntera en ese momento junto a los mejores especialistas, una vez más; el Dr. Philippe Blondeel y su equipo del Hospital UZ Gante.

Se sucedieron más viajes como el de Paris a la Clinique Ellisée Montagne con el Dr. Thierry Besins para aprender su técnica de lifting subperióstico.

Asistencias a congresos, cursos especializados, ponencias, reuniones nacionales e internacionales con el objetivo de aprender nuevas técnicas para mantener la cirugía en la vanguardia de los tratamientos.